Suspiró
y, con un nudo en la garganta, cerró lentamente “Historia de
Dragones”. Tan solo hacía unas horas que había adquirido aquel
libro pero, en cuanto lo vio en la tienda, a pesar de no ser
especialmente llamativo por su color, su forma o su grosor, supo que
era para ella. Lo compró inmediatamente y, unas horas más tarde, al
llegar a su cafetería preferida, se sentó en un rincón, junto a
una ventana sucia que daba al Callejón de la Plata, y comenzó a
leerlo.
Sin
embargo, como le ocurría siempre con las lecturas que le resultaban
intensas, se sintió abrumada de pronto. No era una sensación
desagradable, aunque tampoco le hacía sentir feliz. Simplemente era
una acumulación de energía, un torbellino de emociones que no sabía
exactamente cómo liberar. La mayoría de las personas, sin embargo,
no hubiesen encontrado estas líneas demasiado importantes o
conmovedoras, pero para Lira era diferente pues, según ella,
describían a la perfección cómo se sentía en aquel momento:
perdida, insignificante, pequeña. A pesar de ello, la joven era una
persona optimista, alegre y enérgica, lo que le permitía vivir su
día a día como cualquier otro, sin demasiada dificultad, y su
estado de ánimo iba cambiando solo.
Pero
también, como algunas personas, a veces se sentía incompleta. Y
esta sensación se hacía mucho más grande en determinadas
ocasiones, especialmente al leer: no hacía falta que fuese un libro,
ni siquiera un texto de varias páginas. A veces tan solo una frase,
incluso una palabra, bastaba para que una ola de sensaciones anegara
toda su piel.
En
fin, Lira era una persona diferente en busca de algo grande, y lo
sabía, a pesar de que muchas veces sentía que estaba persiguiendo
algo inexistente. Y, como aquel instante en aquella cafetería era
tan válido como cualquier otro decidió que, a partir de entonces,
se dejaría llevar y haría todo lo posible por encontrarlo. Que no
le importaría sentirse abrumada, desalentada o débil, porque
continuaría luchando hasta dar con ello. Que esa sería su aventura,
aunque sabía que probablemente se enfrentaría a esos monstruos
sola. Pero lo conseguiría.
Y
es ahí donde empieza esta historia.