Anoche, en la Oscuridad, escuché susurros.
De seres invisibles, que me invitaban a ir con ellos.
Pero ¿sabes qué? No tuve miedo.
Ya no.
Porque ahora soy mucho más fuerte que ellos.
Al final se cansaron y me dejaron sola, en silencio.
Entonces, suspiré y pensé "bienvenido seas."