Porque si no me besas ahora, ya siempre será tarde.
Me senté bajo la sombra de un árbol y pensé sobre aquello que me dijiste.
Pero las palabras nos separan, y dos nubes se cruzan en nuestro camino.
Los fantasmas no soportarían que estuviésemos juntos, y nos lo hacen ver.
Me lo hacen ver, al menos.
Si vas a la quinta estrella, puerta Este, quizás me encuentres.
Entonces grita mi nombre y llora. LLora sin parar.
Y deja tus huellas en la arena.
Léeme en silencio.
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