jueves, 30 de diciembre de 2010
Te lleva en su nombre
Algún día levantará el cuello y alzará los ojos para mirarnos a los nuestros. Está vacía, y su miedo nos hará sentir como pequeñas motas de polvo y nada más. Emitirá un agudo alarido y reventará nuestros oídos. Empezaremos a sangrar y le rogaremos que se marche, pero no lo hará nunca. Se limitará a sonreirnos mientras nos enseña sus dientes.
jueves, 23 de diciembre de 2010
miércoles, 22 de diciembre de 2010
Vive
martes, 14 de diciembre de 2010
sábado, 11 de diciembre de 2010
Larga vida a Casiopea
La tomé entre mis manos, era tan pequeña...
Alargó su cuello y me miró con los ojos muy abiertos (esto, he de decir, es bien raro en ella, ya que siempre los tiene entrecerrados).
Giró su pequeña cabecita y me observó largo rato hasta que, creo, empezó a confiar en mí.
Se acurrucó en mi mano y estiró sus patitas.
Cuando despertó ya no hizo ningún intento de escapar.
Desde entonces, me sigue a todas partes lentamente.
Y yo la espero, paciente.
Casiopea...
sábado, 13 de noviembre de 2010
Mentiras
Me susurró palabras al oído que, hasta entonces, habían sido para mí extrañas.
Me dijo que me amaba.
Que siempre, siempre estaría conmigo.
A mi lado
para ayudarme.
Y que jamás dejaría de quererme.
¡Ja! Me río ahora de sus palabras.
Si... ahora.
Pero antes no.
"Yo también te amo" le respondía.
Ilusa.
Crédula.
...idiota.
Después del susurro siempre me acariciaba la mejilla
y nos mirábamos a los ojos.
Y yo me perdía en sus ojos verdes y encontraba el paraíso.
Tras esto, rozaba mis labios con sus dedos y luego me mordía.
Pero no era brusco; era la delicadeza personificada.
Luego, yo cerraba los ojos y me dejaba llevar.
Cuando acabábamos, siempre se quedaba boca arriba, sudando y jadeando.
Y yo, igual que él, abrazándole y dejando caer mi cabeza en su pecho.
Sonriendo
y sin podérmelo creer.
Finalmente nos dormíamos y soñábamos el uno con el otro.
Maravilloso, ¿cierto?
Bien, hoy hace un año de la última vez.
Y ahora él ni siquiera recuerda que existo, que me amó, que yo le amaba
que nos faltaban las palabras para describir lo que sentíamos.
Me ha olvidado,
y ni siquiera tengo el privilegio de ser su pasado.
Pero él es mi pasado, mi presente y mi futuro.
viernes, 12 de noviembre de 2010
Viento
LLegué demasiado temprano.
De hecho, llegué tres horas antes. ¿Qué iba a hacer hasta entonces?
Caminé hasta el parque más cercano y me senté en la hierba, entre los árboles, junto a una pequeña fuente seca ya.
Y abrí mi libro.
Pero no podía leer, estaba demasiado nerviosa.
No había dormido, no había comido. No había hablado desde entonces.
Cerré el libro, lo guardé, y me limité a observar el movimiento de los árboles, de sus hojas, y a escuchar el sonido del viento.
Es curioso cómo a veces parece que habla.
Que susurra.
¿Sabéis qué me decía? Ánimo, Lira.
Tu y yo somos casi el mismo ser.
Yo soy música y tú... tu llevas melodía hasta en tu nombre.
Seamos uno, al menos por esta vez.
Y empecé a cantar.
"Allá donde se acaban las aguas
y caen en la fuente.
Allá donde el tiempo no existe
y todo parece durar por siempre..."
Me callé.
El viento me imitó, y también dejó de hablar.
Porque ahí estaba ella.
Ni siquiera me miró a los ojos.
Se limitó a caminar deprisa hasta donde yo estaba - mi corazón latía a mil por hora- y entonces...
me entregó una nota.
Y luego se marchó.
No me dijo adiós, y yo tampoco me despedí de ella.
Miré embobada cómo se alejaba, probablemente para no verla nunca más.
Y entonces, sólo entonces, reaccioné y leí la nota.
Han pasado ya dos noches.
Y aún sigo en el mismo parque, entre los mismos árboles, junto a la misma fuente.
domingo, 7 de noviembre de 2010
Realidad
¡Si yo de verdad creo en eso!
¡Creo en ellos! ¡En todos ellos!
¿Entonces? ¿Cual es el problema?
Es evidente: que nadie más cree.
Que parece que estoy loca, majareta.
Y... bueno, a lo mejor lo estoy, no lo sé.
Yo ya no se nada.
Débil, eres débil.
¿Débil? ¿Por qué?
Porque te dejas guiar por la mayoría.
Si tú tienes claro lo que piensas, no debería importarte lo que los demás crean o dejen de creer.
Lo sé, y tienes razón.
Pero deseo tan fervientemente encontrar a alguien que piense igual que yo...
¿Y ella?
Ella no sé lo que piensa.
Su mente es negra, no tiene ningún color, todo está oscuro ahí dentro.
LLévale luz.
Y luego, seguro que esa luz te será devuelta.
viernes, 5 de noviembre de 2010
La pequeña caja azul
El secreto está guardado, y de ahí no va a salir.
Está en la pequeña caja azul.
¿Fácil de abrir, dices? Inténtalo, si puedes.
No es difícil, tan solo tienes que levantar la tapa, y allí está.
El mayor de los tesoros.
Brillando.
Ignorante de su valía.
De su importancia vital.
Viviendo, como cualquier otro ser vivo.
Pero... es diferente. No se parece en nada a los demás.
Yo lo sé.
Y tú también lo sabes.
Puede que incluso ella lo haya soñado alguna vez.
Y algún día...
despertará.
Y empezará una nueva era.
Más bella.
Mejor.
Y yo no estaré aquí para verlo...
Pero tú sí, mi niña.
lunes, 1 de noviembre de 2010
Monika
-No soy guapa -dijo Monika.
Monika Szreder tenía razón.
No, Monika no era fea. Simplemente no era guapa. Era la quintaesencia de la falta de belleza, irradiaba una falta de belleza capaz de contaminar todo lo que hubiera podido embellecer a cualquier otra, incluso a la muchacha más fea del mundo. De alguna forma incomprensible, un conglomerado de rasgos que en sí mismos eran atractivos, agradables, incluso hasta hermosos, en el caso de Monika se convertían en indeterminados, desagradables e insípidos.
sábado, 4 de septiembre de 2010
Nessa
Te voy a echar mucho de menos.
Vuela libre, como nunca lo has hecho, ahora que puedes.
Aún recuerdo la primera vez que te tuve entre mis manos, cómo temblabas... y, sin embargo, no te movías de ahí, porque todo te resultaba extraño y nuevo.
Recuerdo cuando decidí tu nombre... Nessa.
Fuiste la primera, y ahora ya no estás.
Sin embargo hay un lugar del que nunca te irás, y es de mi corazón, pues siempre estarás conmigo tal y como te recuerdo ahora; frágil, débil... pero enamorada.
Porque estabas enamorada de él, y yo sé que ahora te está buscando, preguntándose dónde estás.
Cahir también te echa de menos.
Hasta siempre, Nessa.
viernes, 3 de septiembre de 2010
El Nombre del Viento
He robado princesas a reyes agónicos.
Incendié la ciudad de Trebon.
He pasado la noche con Felurian y he despertado vivo y cuerdo.
Me expulsaron de la Universidad a una edad a la que a la mayoría todavía no los dejan entrar.
He recorrido de noche caminos de los que otros no se atreven a hablar ni siquiera de día.
He hablado con dioses, he amado a mujeres y he escrito canciones que hacen llorar a los bardos.
Me llamo Kvothe. Quizá hayas oído hablar de mí.
El nombre del viento, PATRICK ROFFUS
miércoles, 1 de septiembre de 2010
Alice
sábado, 14 de agosto de 2010
jueves, 15 de julio de 2010
Apuntes 1
Érase una vez que se era, la coexistencia de dos realidades.
Estas realidades recibían los nombres de Ad'Ceallam y Friedge, respectivamente.
Y sucedía también que ningún habitante de estos mundos sabía de la existencia del otro.
Sin embargo, esto estaba a punto de cambiar.
Lira, una habitante al parecer normal y corriente de Friedge, estaba viendo en las noticias que su ciudad estaba sufriendo otro desastre cuando descubre una luz que procede de un espejo que se encuentra en su casa. Sin saber cómo ni por qué, tanto ella como Milva, su mascota, aparecen en otro mundo: Ad'Ceallam.
Allí descubriran muchos misterios acerca de Friedge, del propio Ad'Ceallam y de la vida misma, vivirán increíbles aventuras y se enfrentarán a numerosos desafíos.
Acompaña a Lira, Milva y Leo en una aventura cargada de Magia, humor y amor, los ingredientes secretos para una lectura que te hará vivir su mundo como si fuera el tuyo propio, y sus preocupaciones, alegrías y decepciones te harán sentir que eres uno más de ellos.
Adelante, atrévete a pasar la página...
lunes, 14 de junio de 2010
domingo, 23 de mayo de 2010
Hasta la vista, brujilla
Conteniendo las lágrimas que le pulsaban en los ojos, Condwiramurs abrazó con fuerza a Nimue. Sintió cómo temblaba la pequeña hechicera. Se mantuvieron abrazadas durante algún tiempo. Sin palabras.
Luego las dos se dieron la vuelta y miraron el lugar donde había desaparecido la Puerta de los Mundos.
De nuevo, párrafo de "La Dama del Lago", de Sapkowski
Al que, por cierto, ¡veré en la presentación de el último libro de la saga en Madrid!
jueves, 20 de mayo de 2010
Reflexiones 1
Algunos, he oído, sueñan con que no haya un final.
Que no haya un final...
Yo creo que no entienden la magnitud de sus palabras.
Si no hay final, ¿para qué plantarse objetivos?
Al no tener límite, pierdes tus metas, porque estarás siempre intentando alcanzarlas, y lo pierdes todo...
Sin embargo, ahora pienso en el final.
Y me aterra. Aunque supongo que eso es lo que da ganas de vivir, ¿no? saber que tienes que aprovecharlo todo al máximo porque nuestra vida se apagará algún día.
Y aunque me aterre, tengo que estar dispuesta a aceptarlo.
Lo que pasa es que hay veces que, a causa del miedo, me vengo abajo en lugar de disfrutar de eso que me hace feliz, de aquellos a los que más quiero.
Aquellos que son, precisamente, los que hacen que mi vida tenga sentido.
Y sucede que algúnos días, como éste, son maravillosos.
Días en los que no pienso en ello. Aunque siga teniendo miedo, y supongo que nos pasará a todos o a la mayoría, lo escondo, y no sale hasta haber pasado un tiempo considerable.
Y pasa que, cuando me vengo abajo y creo que nunca podré volver a subir, me acuerdo de aquellos días y así, poco a poco, voy alcanzando la superficie de nuevo.
Por eso, he llegado a una conclusión: y es que la felicidad se compone de aquellos momentos en los que estás tan concentrado en algo bueno, tan eufórico, que no puedes pensar en nada más, porque ni siquiera te lo planteas. Sois ese momento y tu.
Rivia
Vysogota, sabiendo de pronto lo que estaba a punto de escuchar, sintió como se le arremolinaba la saliva en la boca como si fuera la ola de una inundación."
ANDRZEJ SAPKOWSKY, La Torre de la Golondrina.
Mía
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